''Nunca subestimes el juego de un niño, porque, ése juego
para él, es una actividad muy seria''.
Los peques necesitan invertir parte de su tiempo en
actividades lúdicas y creativas en las que dejen volar su imaginación. Hoy en
día, como papás y tutores, tenemos un montón de herramientas para hacer que
esos juegos no sólo sean entretenidos, sino que fomenten su desarrollo.
¿A qué edades los bebés empiezan a interesarse por el juego?
Prácticamente desde que tu bebé viene al mundo, denota
interés por su entorno y muestra empatía por los diferentes juegos, cánticos,
caricias y demás gestos que le proporcionan sus semejantes. Esto, se podría
traducir en una fase temprana, de gusto por lo lúdico, por el entretenimiento,
en definitiva, por el juego. El bebé, desde muy pequeño ya muestra interés por
conocer e indagar en su limitado entorno.
Existen 2 etapas claras en el Juego del bebé. La primera, de
los 0 a 6 meses, en la que tan sólo podemos estimular sus sentidos gracias a
texturas y sonidos y con la ayuda de mordedores o muñecos de goma. La segunda y
más amplia que consta de los 6 meses a 4 años de edad aproximadamente. En esta
fase, el bebé empieza a sentirse atraído por todo su entorno y no quiere dejar
de explorar y de aprender. Es ahí donde entramos en juego ¡nunca mejor dicho!
nosotros, los adultos que motivaremos su aprendizaje.
El juego les hace ser mejores personas, más capaces, más
felices

Hay infinidad de juegos que pueden fomentar en tu bebé su
gusto por aprender, explorar, construir o indagar en su entorno. Y más
concretamente, mejorar aptitudes como la creatividad, la autonomía, la
responsabilidad o el esfuerzo.
Por ejemplo, los juegos de construcción, es uno de los
mejores aliados para fomentar que aprendan jugando. ¿Las razones? Gracias a
estos juegos, tus hijos podrán poner en práctica el reconocimiento de colores y
de texturas, pero también se convertirán en pequeños arquitectos, construyendo
a imagen y semejanza de sus propias ideas y sueños.
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