Durante los primeros años de vida, los padres juegan un
papel fundamental en la transmisión a sus hijos de valores, normas, hábitos,
rutinas y costumbres. Este conjunto de actitudes y aptitudes serán
fundamentales para su desarrollo personal y social y en muchas ocasiones,
tendrán un carácter que dure en el tiempo. Durante esta edad, el aprendizaje
surge a través de dinámicas de refuerzo, y mediante conductas de imitación en
figuras “modelo” (en casa el progenitor y en la escuela el tutor). A medida que
pasa el tiempo, otras figuras, como hermanos o amigos, irán asumiendo ese
papel.
Los niños necesitan las rutinas para sentirse seguros y ser
capaces de aprender que las cosas tienen una estructura y un orden lógico. Las
rutinas a los niños les aportan seguridad, bienestar y confort y los padres son
los encargados de crearlas y mantenerlas.
La finalidad de la Educación Infantil es contribuir al
desarrollo físico, afectivo, social e intelectual de los niños y las niñas. Los
métodos de trabajo se basarán en las experiencias, las actividades y el juego y
se aplicarán en un ambiente de afecto y confianza, para potenciar su autoestima
e integración social. Los niños deben ir aprendiendo (asimilando) normas o
pautas de conducta, comportamientos que son habituales en su medio ambiente. En
la etapa infantil, a la hora de educar, es de mayor interés la creación de
buenos hábitos que llegar a poseer unos conocimientos amplios.
Al igual que ocurre a los padres, las rutinas también
ofrecen control a los niños. Al poder predecir qué es lo que pasará después y
qué es lo que se espera de ellos, podrán ser capaces de tener cierto control
sobre la situación y sentirse mucho más seguros. Las rutinas ayudan a que los
niños se desarrollen mejor en todos los aspectos.
Las rutinas eliminan las luchas de poder, ya que no estarás
dando órdenes al niño todo el tiempo, él ya sabrá qué es lo que debe hacer. Por
ejemplo, si toca lavarse los dientes, hacer la siesta, apagar la televisión
después de la cena… tu hijo ya sabrá que toca hacerlo y será capaz de
anticiparlo, algo que le aportará seguridad y control en la situación. Así los
padres dejarán de ser ‘lo malos’ del momento y los niños podrán realizar las
actividades que saben que corresponden.
La familia que realiza rituales que involucran a todos sus
miembros genera un medio de seguridad y confianza donde los niños van ordenando
su vida y sus propios actos. Sin la existencia de estas reglas los niños se
sienten inestables, desarrollan miedos o, incluso, comportamientos tiranos. Hay
que recordar que una educación totalmente libre no garantiza niños felices. La
familia debe favorecer la creación de actos habituales que todos conozcan y
cumplan. Algunos ejemplos de estos rituales familiares son: comer juntos en la
mesa, colaborar en poner y recoger la mesa, regular la hora de dormir, etc.
Con el tiempo, los niños aprenderán a cepillarse los dientes
ellos mismos, a hacer las mochilas, a guardar su ropa… serán capaces de hacerse
cargo de sus propias actividades sin necesidad de recordatorios constantes. A
los niños les encanta hacerse cargo de ellos mismos, porque así sienten un
cierto control en sus vidas. Este sentimiento aumenta su sentido de dominio y
de competencia.
Las rutinas regulares ayudan a los niños a tener un horario,
de manera que serán capaces de dormir más fácilmente por la noche y a calmarse
al acabar el día. La estructura diaria además de ayudarle a entender el día,
también les ayudará a estructurarse mentalmente.
Las rutinas ayudan a los padres a crear momentos de conexión
emocional con los niños. Todos los padres sabemos que es necesario conectar con
los hijos cada día, pero cuando nuestra atención se centra en sus movimientos
para las rutinas podemos perdernos oportunidades para conectar con los niños.
Es necesario ser algo flexible en las rutinas y ser conscientes que no siempre
serán a la misma hora ni tampoco serán iguales.
Según R.Driekurs: "La rutina diaria es para los niños
lo que las paredes son para una casa, les da fronteras y dimensión a la vida.
La rutina da una sensación de seguridad. La rutina establecida da un sentido de
orden del cual nace la libertad."
Los siguientes juguetes están aconsejados para aprender rutinas diarias:
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Con este tipo de juegos aprenden a recoger después de jugar y crear una rutina |
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Con las Lotties practican las rutinas diarias, con juegos de imitación |
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