Las pautas del sueño del bebé van cambiando a medida que el
bebé crece. Durante las primeras semanas de vida, el bebé necesita comer cada
pocas horas, por lo que, a pesar de dormir bastantes horas al día, se trata de
un sueño entrecortado. Normalmente, duerme durante periodos de 2-3 horas tanto
de día como de noche. En algunos casos, duerme un periodo más prolongado, de
4-5 horas, por la noche.
En ocasiones los bebés, pasado este período inicial no
consiguen tener un sueño continuado por lo que una de las preguntas qué más se
hacen los padres es cómo conseguir que sus hijos duerman bien. Hablaremos sobre
métodos para enseñar a dormir al bebé y por qué pueden tener insomnio.
Si el bebé es muy dormilón (periodos de sueño de más de 4
horas), es importante valorar si aumenta de peso de forma adecuada y moja los
pañales con orina clara frecuentemente. De no ser así, es necesario despertarle
cada 2 o 3 horas para que mame y se alimente. Las primeras semanas de vida,
realiza una o varias tomas a lo largo de la noche. La pausa nocturna aparece
espontáneamente cuando el sistema nervioso es lo suficientemente maduro (en
torno a los 2-3 meses).
El bebé dormirá boca arriba, porque es la postura más
segura, sobre un colchón rígido y sin almohada. No abrigarle demasiado.
La habitación del bebé debe ser luminosa, estar bien
ventilada y tener una temperatura agradable (20-22ºC). Si el domicilio tiene
calefacción, se aconseja utilizar humidificadores para evitar que el ambiente
sea demasiado seco.
Durante el día, no es necesario que la estancia permanezca a
oscuras durante el sueño del niño. La claridad le ayudará a diferenciar el día
de la noche. Por la misma razón, tampoco es necesario permanecer en silencio
durante el sueño diurno.
Enseñar a dormir al bebé es posible. Estos consejos pueden
ayudarte a recuperar el sueño y la tranquilidad perdidos.
Enseña a tu bebé a distinguir entre el día y la noche
Las tomas en mitad de la noche alteran el sueño de
cualquiera. Sin embargo, nunca es tarde para establecer buenas pautas de sueño.
Una forma de hacerlo es enseñando al bebé a diferenciar entre el día y la
noche. Para ello, conviene mantenerlo estimulado durante el día, con los ruidos
de la casa, las luces... y evitar que los periodos de sueño diurnos no se
prolonguen demasiado.
Baño, mimos, frases cariñosas, música pueden ser un excelente prólogo para el sueño, incluso
en bebés muy pequeños,
que poco a poco aprenden a asociar estas actividades con la necesidad de
dormir. No acuestes al niño dormido ni demasiado estimulado. Lo mejor es que
esté un poco adormilado, para que asocie la cama con el proceso de quedarse
dormido. Recuerda que debes acostarlo sobre la espalda, no boca abajo.
Es normal que el bebé lloriquee un poco mientras encuentra
su posición y se queda dormido. Si el llanto no cesa, háblale con voz calmada y
suave y dale unas palmaditas en la espalda. Tu presencia y tu voz pueden ser
todo lo que necesita para quedarse dormido.
Si tu bebé tiene dificultad para quedarse dormido, un
chupete puede ser una buena idea. De hecho, el empleo del chupete reduce el
riesgo del síndrome de muerte súbita en la cuna. Un solo problema: si el bebé
se acostumbra al chupete, puede despertarse llorando porque éste se le ha caído
durante la noche.
Para no romper la noche, si tienes que levantarte durante la
noche, hazlo con luces tenues, muévete con calma y habla en voz baja. El bebé
tiene que aprender que es momento de dormir, no de jugar ni de hablar. Respeta
sus preferencias. Algunos bebés duermen muchas horas seguidas desde el
principio y solo se despiertan para las tomas. Otros tienen dificultades para
recuperar el sueño. En cualquier caso, recuerda que cada bebé es un mundo, y
que estás aprendiendo a conocerle en todas sus facetas, incluidas sus
preferencias a la hora de dormir.
Pautas para padres con falta de sueño
- Desconéctate cuando el bebé duerme. Descuelga el teléfono,
apaga el móvil, olvídate de la lavadora y de la plancha... Todo puede esperar
menos tu necesidad de descanso.
- Respeta tu propio espacio. Durante las primeras semanas, puede
ser más práctico que el bebé duerma en vuestra habitación. Luego, si la
respiración o los movimientos del bebé os despiertan, lo mejor es ponerle en su
propia habitación.
- Baja el volumen del altavoz. No es fácil dormir escuchando
cada respiración o movimiento del bebé. Lo mejor es ajustar el volumen a un
cierto nivel de llanto.
- Reparte las tareas. Una buena idea es establecer con la
pareja tandas alternativas de biberón que os permitan descansar varias horas
seguidas a ambos. Si das pecho a tu bebé, tu pareja puede ocuparse de cambiarle
los pañales y de traértelo a la cama.
- Crea buenas condiciones de sueño. Un colchón y almohada
cómodos: una habitación fresca, a oscuras y silenciosa: una infusión de hierbas
y evitar actividades o conversaciones estimulantes antes de dormir ayudan a
conciliar el sueño.
Recomendamos los siguientes juguetes de apego para que el bebe duerma con el:
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