¿A quién no le gusta la música? ¿Quién no siente felicidad
al escuchar música? La música siendo una combinación coherente de sonidos y
silencios utilizando algunos principios básicos como la melodía, armonía y el
ritmo. Estudios demuestran que la música en los niños tiene efectos muy
beneficiosos y más en la edad preescolar, porque les estimula su desarrollo
intelectual, auditivo, sensorial, del habla y el motriz.
Es importante que los niños se inicien en la música de
manera suave, pero cultivando su inclinación natural hacia ella y la
creatividad…
Podemos hacerlo: Cantando
Es la manera más sencilla y eficaz desde incluso el periodo
prenatal.
La voz humana es el primer instrumento musical del que
disponemos. De hecho, las voces de los niños son líricas, hasta cuando hablan.
Y les gusta mucho cantar de forma espontánea.
Debemos cantar con ellos, aunque sintamos que lo hacemos mal.
Las letras de las canciones ayuda a mejorar su lenguaje, te
sugiero que desde pequeños les cantes, o les pongas canciones infantiles con
palabras sencillas. Ponles la misma canción varios días, deja que se la
aprenda, y luego canta con ellos (omite palabras o frases) y así fomentas su
memoria para que la completen. Cuando crezcan puedes jugar con ellos a que te
canten canciones, con una palabra en específico, también fomenta su
concentración y memoria.
También podemos inventarnos canciones que expliquen
experiencias del día a día, aunque no rimen, lo importante es cantar juntos. Y
sobre todo, dejar que los niños canten. No hacerles callar cuando lo hagan.
Podemos Bailar con los
hijos
Activa zonas del cerebro del espacio y tiempo, estimula su
equilibrio y su desarrollo neuro-motriz. Baila moviendo tus manos, pies y
cabeza, para que ellos te vayan copiando y que el baile como quiera, esto le
ayuda con su creatividad y fortalecerá tu lazo con ellos.
Podemos hacerlo: Escuchando
Antes de producir cualquier música tenemos que ser capaces
de escucharla.
En cualquier situación podemos descubrir sonidos
maravillosos si sintonizamos nuestros oídos con el silencio.
Podemos caminar por la naturaleza y escuchar los pájaros, el
viento, el agua, la lluvia, ¡tantas cosas!
Los niños pequeños tienen oído musical y pueden descubrir
música incluso fuera de las notas musicales.
Podemos hacerlo: Tocando

Se recomienda instrumentos sencillos, como el árbol musical.
El piano, a priori es un instrumento más complejo, pero
existen versiones infantiles para la iniciación musical que son muy
recomendables, como los pianos de suelo, que se tocan con los pies y manos.
Los principales
beneficios de la música en los niños son:
Da Seguridad en uno mismo
Ayuda al aprendizaje
Concentración
Mejora su Expresión Corporal
Incrementa su Imaginación y Creatividad
Mejora su memoria
Fomenta su habilidad de escuchar
Ayuda a su Coordinación Motriz (fina y gruesa)
Te recomiendo que siempre que puedas les pongas música al
menos 30 min al día y si es música clásica mejor. Puede ser mientras comen, o
mientras hacen la tarea, mientras juegan o dibujan o construyen algo, los
motiva y los hace concentrar muchísimo.
ACTIVIDADES MUSICALES
Además de poner música a tu hijo, puedes enseñarle
actividades y juegos que le ayuden a desarrollar las áreas antes citadas. Por
ejemplo:
Adivinar instrumentos de una melodía que suena. Puede ser un
juego entretenidísimo para amenizar los viajes.
Fabricar instrumentos. Un ejemplo: coge una botella de
plástico vacía, echa en ella un poco de arroz, pon el tapón, séllalo con cinta
adhesiva y... ¡habréis fabricado una maraca!
Repetir secuencias. Crea secuencias que luego tendrá que
repetir tu pequeño, como dar dos palmadas y golpearos las piernas una vez.
Moverse como los animales. Enséñale a moverse lento como una
tortuga o rápido como una liebre, al compás de la música.
Al cantar, bailar y practicar estos juegos en familia o con
sus amigos, tu hijo, si es introvertido, se hará más abierto, y si tiene un
carácter extravertido canalizará mejor sus emociones.
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