Los especialistas coinciden en que la enseñanza del segundo
idioma ha de comenzar a una edad muy temprana. Así el niño lo interioriza de
forma natural.
En sus primeros años de vida, el cerebro de tu hijo es como
una esponja. Por eso los expertos en el lenguaje animan a que los niños se
lancen cuanto antes a aprender otros idiomas.
Aprender un segundo idioma durante la primera infancia, no
sólo les entrega a los niños la oportunidad de comenzar el aprendizaje y
familiarización del idioma desde muy pequeños, sino que además genera
beneficios en el niño que repercutirán de manera muy positiva, entre los cuales
se pueden destacar los siguientes:
Mayor desarrollo cognitivo
Mejor capacidad de comunicación.
La mente se vuelve más flexible y creativa.
Mejoran las habilidades de resolución de problemas.
Rapidez mental.
Mejor concentración y atención selectiva.
Primero los pequeños entran en contacto con los sonidos para
dar paso a la comprensión, después a la expresión y finalmente a la lectura y
escritura.
Si los niños empiezan a ir a clases de inglés desde muy
pequeños, pueden llegar a hablarlo bien antes de su quinto cumpleaños. Veamos
cómo lo van aprendiendo.
1 AÑO
Se familiarizan con la musicalidad y con los sonidos de la
lengua y comprenden instrucciones básicas.
2 AÑOS

3 AÑOS
Ya pueden expresar cómo se sienten, qué tiempo hace y pedir
algo que les hace falta empleando la fórmula básica “Can I have?”.
4 AÑOS
Pueden formar frases con el verbo To be, incluso en tercera
persona. De momento todo es hablado, pero ya tienen una comprensión global del
idioma muy aceptable.
5 AÑOS
Son capaces de construir frases con distintos tiempos
verbales. Su vocabulario es bastante amplio.
6 AÑOS
Pueden identificar el pasado y el presente continuo de los
principales verbos, además de expresar frases interrogativas, negativas y
subordinadas.
¿Por qué los hijos deberían hablar en otro idioma?
1. Porque la mente infantil absorbe mejor los conocimientos.
Cuantos más mayores somos, más difícil nos resulta estudiar. Pero las redes
neuronales de los niños están desarrollándose y están más abiertos a conocer
cosas nuevas. Es mejor empezar desde pequeños que esperar a la adolescencia.
2. Porque les ayuda a respetar a los demás. Es importante
que los niños se acostumbren a ver personas que hablan en otro idioma y pierdan
sus prejuicios contra los demás.
3. Vivimos en un mundo globalizado. Ya no nos podemos
conformar con conocer sólo el idioma de nuestro país. El mercado de trabajo es
global. Y cada vez parece que lo será más. Puedes encontrar trabajo en cualquier
parte del mundo. Saber inglés es fundamental para estar preparado.
4. Porque podrán disfrutar más la cultura. Gran parte de la
información y cultura que consumimos está en inglés. Películas, páginas de
Internet, manuales de instrucciones, etc. Saber inglés desde pequeño te
permitirá estar más preparado para enfrentarte a la vida.
5. En la juventud tendrán menos tiempo. Cuando empiezan a
juntarse trabajos de universidad, novia, gimnasio, carné de conducir y más
tareas resulta difícil empezar de cero. Cuanto más se vayan acostumbrando al
sonido en inglés, menos trabajo les costará en el futuro estudiar.
6. Porque se disfruta. Aprender idiomas es divertido. Te
permite conocer gente de otros países, conocer palabras nuevas y viajar al
extranjero. Uno de los mejores tesoros que pueden conseguir es hacer amigos de
otros países.
7. Porque "aprenderán a aprender". Sí, la única
manera de aprender es aprendiendo. Cuando se aprende inglés y francés, resulta
luego más fácil aprender otro idioma porque es la misma disciplina y el cerebro
se acostumbra. Empezar de pequeño es el primer paso para ser un buen políglota.
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