Jugar es una actividad imprescindible para el desarrollo
psicofísico de los chicos. Mientras se divierten, desarrollan sus sentidos, la
imaginación y la inteligencia. ¿Cuáles son los juguetes más adecuados? ¿Cómo
favorecer una convivencia armoniosa con los hermanos?
“Los chicos no juegan para entretenerse.” Para los niños
pequeños, el objetivo de jugar no es la diversión, sino algo mucho más
relevante y trascendente: conocer y comprender ese complejo mundo en el que
viven. El juego de la “la mamá y el papá”, por ejemplo, no es más que un modo
de aprehender lo que es una familia y descubrir el significado de las relaciones
padre-hijo o entre hermanos.
Además de cumplir esta importante función, el juego ayuda a
desarrollar los cinco sentidos y fomenta la fantasía, la creatividad y la
sociabilidad. Jugar, entonces, es una actividad imprescindible para un buen
desarrollo físico y psíquico del niño.
Los dos años es la etapa de la imitación. Los juegos se
centran en las actividades que a diario realizan los adultos. Pasan horas
limpiando, dando de comer a los muñecos, regañando a sus bebés…
1. Juega con su imaginación: una caja puede ser una casita;
un sillón, un barco, y el mar, el suelo que mamá está fregando.
2. Estimula su coordinación: jugad a lanzaros una pelota por
el aire, a dar patadas al balón. Así mejorará su habilidad.
3. Trabaja su motricidad fina: hacer collares con macarrones
o cuentas grandes mejora su motricidad fina. Siempre bajo tu control porque
también le gusta explorar tu cuerpo y las cuentas pueden terminar en su nariz o
boca.
4. Estimula su sentido del equilibrio: Desplazaos por la
casa imitando movimientos: andad de puntillas, con los talones, moviendo los
brazos como alas, saltando, etc.
5. Ayúdale a desarrollar su capacidad de observación: Buscar
objetos de determinado color es un buen juego para los viajes o las esperas
largas.
6. Enséñale a amar los libros: A diario, léele cuentos.
Conviene que fijes una hora del día para que se convierta en un agradable
ritual.
7. Anímale a imitar: Pídele que te prepare la comida, que te
ayude a vestir a los bebés e incítale poco a poco a desarrollar más
actividades: “ahora vamos a hacer que vamos al médico: tú me miras y me curas”.
8. Enséñale a jugar con otros niños: Llevarle al parque,
motivarle para que juegue con otros niños, que respete sus juguetes y comparta
los suyos son tareas sencillas que le permiten crecer.
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