Los viajes en familia pueden representar una magnífica
oportunidad para estrechar lazos e incluso limar rencillas, especialmente con
los niños, que, en ocasiones, salen perjudicados en el tiempo de atención que
se les dedica por el ritmo actual de vida, por el cansancio del día a día, etc.
Las precauciones y pautas que se deben seguir dependerán del número de menores
con el que se viaja, de su edad, del destino elegido, del método de transporte,
de la forma de alojamiento (especialmente si conlleva la pernoctación en
compañía o no) y, por supuesto, de las particularidades de cada familia.
En cuanto al medio de transporte, en este caso, el coche,
hay que mesurar los siguientes aspectos prácticos. Conviene llevar cuentos, CDs
de música infantil, juguetes, cojines y alguna manta fina. En este caso, las
bolsas de plástico son esenciales por si alguno de los niños sintiera náuseas o
ganas de vomitar. Adivinanzas, trabalenguas u otros juegos ayudan a amenizar el
viaje. Especial atención merece la hidratación en la época estival. Agua, zumo
o fruta son las opciones más recomendables, puesto que los refrescos
carbonatados no realizan la función hidratante con la misma eficacia que los
anteriores.
Respecto a la ocupación del coche, deben respetarse siempre
los límites impuestos por la normativa de vehículos. La Dirección General de
Tráfico (DGT) hace las siguientes recomendaciones en este sentido:
Es obligatorio llevar al niño en sentido contrario de la
marcha, siempre que la silla lo permita, hasta los 15 meses.
Los niños de menos de 1’35 de altura no podrán ir en el
asiento delantero siempre que puedan hacerlo en el trasero.
La normativa que entró en vigor en mayo obliga a instalar
las sillas en el sentido contrario si estas se pueden instalar así. En la
actualidad, la mayor parte de las sillas que se venden en España pertenecen al
grupo 0 (hasta 13 kilos o unos 18 meses), grupo 1 (de 9 a 18 kilos) y grupo 2-3
(de 15 a 36 kilos).
En general, las plazas de un automóvil son cinco, salvo los
vehículos adaptados con un número mayor. No se contará cada menor de dos años
que vaya al cuidado de un adulto, distinto del conductor, si no ocupa plaza. En
los turismos, cada menor de más de dos años y menos de doce se computará como
media plaza, sin que el número máximo de plazas así computado pueda exceder del
que corresponda al 50% del total, excluida la del conductor.
En cuanto al equipaje, también deberá respetarse la
ubicación y el peso de las maletas. Para ello, resulta muy recomendable
aprovechar al máximo el espacio de cada bulto, racionalizando su uso y llevando
una cantidad de ropa y enseres proporcional a los días que dure el viaje.
Más allá de aspectos técnicos o legales, hay que considerar
que, de entrada, la ampliación de la familia, cuando sucede, no conlleva ‘per
se’ que se deba renunciar a los viajes. Viajar con niños no tiene por qué ser
un impedimento, aunque hay que ser cauto, tener ilusión y una pizca de
paciencia y organizarse correctamente. Obviamente, habrá que adaptarse a cada
situación con sentido común. No efectuar viajes excesivamente largos y
fatigosos con niños de muy corta edad, por ejemplo.
Después de haber considerado las posibilidades de destino y
alojamiento que nos permite nuestra propia situación familiar, resulta
fundamental una buena preparación del viaje con una cierta antelación:
itinerarios, maletas, documentación, etc. La cuestión es evitar los imprevistos
de última hora que, a pesar de nuestros esfuerzos, podrán aparecer.
Especial atención merece este punto si viajamos en compañía
de un bebé. Si es así, conviene recordar varios detalles añadidos que
necesitaremos: ropa suficiente (incluso de sobra), cuna de viaje, tarjeta
sanitaria, calienta biberones, chupetes y el juguete preferido de cada niño. Éste
puede ser útil en determinadas situaciones de ‘alarma’. Asimismo, serán
necesarios jabón, peine, colonia, toallas, crema hidratante y loción protectora
para el sol, toallitas húmedas, bolsas de plástico, pañales y baberos. Además, es aconsejable llevar un botiquín de
medicinas que contenga analgésicos, tiritas, alcohol, agua oxigenada,
termómetro, tijeras, gasas, algodón y esparadrapo. El botiquín también es
recomendable en caso de viajar con niños pequeños o de mediana edad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario