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Juego de construcción de madera |
Durante sus primeros años, el niño aprende y crece tanto que
cuesta explicar todos los avances que hace. Lo que verdaderamente importa es
conocer las etapas claves de su desarrollo y en eso queremos estar a tu lado y
ayudarte.
Cuando los niños construyen con sus manos, también están
construyendo con su mente y con su corazón, aprendiendo nuevas habilidades y
creciendo mientras juegan.
Al apilar torres de bloques, los niños aprenden a
desarrollar su creatividad. Al contar historias con personajes, dan rienda
suelta a su imaginación. Y al construir mundos de fantasía donde pueden ser
héroes, ¡también están construyendo la confianza para ser lo que quieran ser!
El amor por el juego y el aprendizaje son
algunas de las cosas más asombrosas que puedes construir con tu hijo.
Las tres áreas de desarrollo
La mayor parte de las habilidades y capacidades clave que se
aprenden en la primera infancia se puede incluir en una de las tres principales
áreas de desarrollo: desarrollo físico, desarrollo cognitivo o desarrollo
social y emocional. Aquí podrás conocer mejor cada una de estas áreas:
Desarrollo físico
Pequeños cuerpos en construcción
Las habilidades físicas son una parte importante de la
infancia, ya que abren el camino a los demás tipos de aprendizaje. Las
habilidades físicas incluyen:
Habilidades sensoriales: el oído, la vista, el tacto, el
gusto y el olfato: los sentidos son las primeras ventanas al mundo exterior que
ayudan a tu hijo a activar ciertas áreas de su cerebro.
Motricidad gruesa: durante los primeros años de vida, los
niños se enfrentan a grandes retos físicos y desarrollan la motricidad gruesa a
medida que crecen.
Motricidad fina: desde coger un juguete a sujetar un lápiz,
el desarrollo de la motricidad fina ayuda a superar con éxito la etapa escolar
y futuros desafíos.
Equilibrio y coordinación: Sentarse, andar, correr... Los
niños dedican mucha energía a desarrollar el equilibrio y la coordinación.
Desarrollo cognitivo
Mentes curiosas y sorprendentes
¿Cuál es la mejor manera de aprender? Sin duda, mediante el
juego. Resulta asombrosa la capacidad cognitiva que pueden llegar a desarrollar
los niños durante sus primeros años.
Las habilidades cognitivas incluyen:
La curiosidad: estimular el sentido natural de la
curiosidad, el descubrimiento y la admiración ayudará a tu hijo a querer
aprender cosas nuevas cada día.
La capacidad de resolución de problemas: ¿Cómo funciona?
Llegar a entender cómo funcionan las cosas, ya sean retos sencillos o
complejos, es una de las partes más divertidas del juego.
La imaginación: preguntarse "qué pasaría si".
Soñar nuevas maneras de ver el mundo. Ser capaz de imaginar y crear. Estas son
algunas de las habilidades de los grandes pensadores.
Conceptos básicos de aprendizaje: desde las letras a la
lectura, o desde los números a contar objetos, los primeros años de juego
sirven para sentar las bases de conocimientos imprescindibles para la
escolarización y el resto de la vida.
Desarrollo social y emocional
Personalidades seguras de sí mismas
Saber expresar ideas, compartir y escuchar son algunas de
las habilidades sociales que se adquieren mediante el juego, que a su vez
también estimulan el bienestar emocional.
Atención auditiva: la capacidad de escuchar empieza a
desarrollarse ya en el vientre materno. Todo son ventajas cuando un niño sabe
escuchar (¡y hablar!).
Expresión personal: sentirse bien con uno mismo y saber
transmitir los pensamientos a los demás son habilidades esenciales que se
desarrollan de forma natural mediante el juego.
Compartir y cooperar: turnarse y llevarse bien con los
amigos requiere paciencia y práctica, ¡pero hacerlo mientras se juega resulta
más fácil y divertido!
Seguridad y felicidad: Un niño que juega es un niño feliz. A
fin de cuentas, todos los padres quieren que sus hijos sean felices y se
sientan seguros, ¡ahora y cuando sean mayores!
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