jueves, 21 de julio de 2016

Los momentos más importantes del desarrollo de tu hijo

Juego de construcción de madera

Durante sus primeros años, el niño aprende y crece tanto que cuesta explicar todos los avances que hace. Lo que verdaderamente importa es conocer las etapas claves de su desarrollo y en eso queremos estar a tu lado y ayudarte.

Cuando los niños construyen con sus manos, también están construyendo con su mente y con su corazón, aprendiendo nuevas habilidades y creciendo mientras juegan.

Al apilar torres de bloques, los niños aprenden a desarrollar su creatividad. Al contar historias con personajes, dan rienda suelta a su imaginación. Y al construir mundos de fantasía donde pueden ser héroes, ¡también están construyendo la confianza para ser lo que quieran ser!

El amor por el juego y el aprendizaje son algunas de las cosas más asombrosas que puedes construir con tu hijo.


Las tres áreas de desarrollo

La mayor parte de las habilidades y capacidades clave que se aprenden en la primera infancia se puede incluir en una de las tres principales áreas de desarrollo: desarrollo físico, desarrollo cognitivo o desarrollo social y emocional. Aquí podrás conocer mejor cada una de estas áreas:


Desarrollo físico

Pequeños cuerpos en construcción

Las habilidades físicas son una parte importante de la infancia, ya que abren el camino a los demás tipos de aprendizaje. Las habilidades físicas incluyen:

Habilidades sensoriales: el oído, la vista, el tacto, el gusto y el olfato: los sentidos son las primeras ventanas al mundo exterior que ayudan a tu hijo a activar ciertas áreas de su cerebro.

Motricidad gruesa: durante los primeros años de vida, los niños se enfrentan a grandes retos físicos y desarrollan la motricidad gruesa a medida que crecen.

Motricidad fina: desde coger un juguete a sujetar un lápiz, el desarrollo de la motricidad fina ayuda a superar con éxito la etapa escolar y futuros desafíos.

Equilibrio y coordinación: Sentarse, andar, correr... Los niños dedican mucha energía a desarrollar el equilibrio y la coordinación.


Desarrollo cognitivo

Mentes curiosas y sorprendentes

¿Cuál es la mejor manera de aprender? Sin duda, mediante el juego. Resulta asombrosa la capacidad cognitiva que pueden llegar a desarrollar los niños durante sus primeros años. 

Las habilidades cognitivas incluyen:

La curiosidad: estimular el sentido natural de la curiosidad, el descubrimiento y la admiración ayudará a tu hijo a querer aprender cosas nuevas cada día.

La capacidad de resolución de problemas: ¿Cómo funciona? Llegar a entender cómo funcionan las cosas, ya sean retos sencillos o complejos, es una de las partes más divertidas del juego.

La imaginación: preguntarse "qué pasaría si". Soñar nuevas maneras de ver el mundo. Ser capaz de imaginar y crear. Estas son algunas de las habilidades de los grandes pensadores.

Conceptos básicos de aprendizaje: desde las letras a la lectura, o desde los números a contar objetos, los primeros años de juego sirven para sentar las bases de conocimientos imprescindibles para la escolarización y el resto de la vida.


Desarrollo social y emocional

Personalidades seguras de sí mismas

Saber expresar ideas, compartir y escuchar son algunas de las habilidades sociales que se adquieren mediante el juego, que a su vez también estimulan el bienestar emocional.

Atención auditiva: la capacidad de escuchar empieza a desarrollarse ya en el vientre materno. Todo son ventajas cuando un niño sabe escuchar (¡y hablar!).

Expresión personal: sentirse bien con uno mismo y saber transmitir los pensamientos a los demás son habilidades esenciales que se desarrollan de forma natural mediante el juego.

Compartir y cooperar: turnarse y llevarse bien con los amigos requiere paciencia y práctica, ¡pero hacerlo mientras se juega resulta más fácil y divertido!


Seguridad y felicidad: Un niño que juega es un niño feliz. A fin de cuentas, todos los padres quieren que sus hijos sean felices y se sientan seguros, ¡ahora y cuando sean mayores!


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